Han completado la segunda mitad de la quinta etapa cruzando los dedos para que no se desmontara el puente delantero, lo que hubiera significado un contratiempo mucho mayor.
Afortunadamente, Jordi Juvanteny, Fina Román y Jordi Ballbé han logrado llevar el MAN 6×6 naranja hasta la meta y podrán reparar el camión esta noche.
Hemos decidido continuar, aún sabiendo del riesgo que suponía quedarnos tirados en las dunas. La idea era llegar al final para continuar en carrera, aunque tuviéramos que ir muy lentos”.
El KH-7 Epsilon Team ha afrontado su jornada más complicada en lo que llevamos de Dakar a consecuencia de una inoportuna rotura de ballesta que ha comprometido seriamente su continuidad en la carrera. El incidente se ha producido al poco de bajar las primeras dunas, a la altura del kilómetro 185 de los 394 que planteaba la especial de este jueves. Por fortuna, la avería no se ha agravado y han podido continuar hasta la meta, aunque con mucha precaución y a un ritmo mucho más bajo de lo habitual.
El MAN 6×6 naranja del KH-7 Epsilon Team ha empezado la etapa de forma inmejorable, con buen ritmo y rozando la perfección en la navegación. Hasta mitad de especial, todo iba sobre ruedas y recortaban tiempo a sus más inmediatos contrincantes. Pero las cosas se han torcido sobremanera al entrar en el primer cordón de dunas. En una de las bajadas, el camión ha sufrido un fuerte golpe que ha roto la ballesta delantera izquierda.
“Bajábamos muy despacio porque habíamos visto una cubeta y de pronto hemos escuchado un fuerte ruido. Al escuchar el golpe yo ya me temía que la avería sería grave. Hemos continuado unas dunas más hasta llegar a una zona llana para detenernos y valorar los daños”, narra Jordi Juvanteny.
“La hoja maestra de la ballesta estaba rota, pero quedaban las otras dos hojas de debajo, que aunque no tienen tanta fuerza, también aguantan un poco”, continua. “Hemos valorado qué hacer, si continuar o reparar. Pero reparar no era una opción, primero porque no llevábamos la ballesta de repuesto con nosotros y, en segundo lugar, porque nadie iba a ir hasta allí, en medio de las dunas, a llevárnosla. Nos hemos arriesgado y hemos decidido que continuábamos, aunque fuéramos muy lentamente, para poder llegar hasta el final y continuar en carrera”.
La apuesta era arriesgada pero ha salido bien y han logrado llegar primero hasta la segunda neutralización y después, tras otros 75 kilómetros, hasta la tan deseada meta, después de casi 8 horas de carrera. “Hemos ido muy despacio, tratando de ir lo más suave posible en las dunas. Las hojas han aguantado y el puente no se ha ido para atrás, que era lo que más nos preocupaba. Después de la neutralización, había una pista complicada de navegación que de día hubiéramos hecho sin problemas, pero al ser de noche nos ha costado un poco más
El equipo ha estallado de júbilo al llegar a la meta. Allí, han podido avisar a los mecánicos, que se encontraban en el campamento, para que preparan una nueva ballesta para poder reparar esta noche y arrancar mañana la sexta etapa del Dakar con plenas garantías: “Hemos hecho un gran trabajo, cada uno en su terreno, para poder salir adelante y acabar la especial. Somos un gran equipo”, ha asegurado Fina Román. A lo que ha añadido Jordi Ballbé: “Aquí hemos venido a superar retos y éste ha sido uno más”.