Jordi Juvanteny, Fina Román y Jordi Ballbé han cruzado la meta cansados pero satisfechos tras casi 10 horas de carrera.
Se han perdido, como muchos otros, tratando de encontrar el way point 7, y posteriormente han pinchado una rueda de su MAN 6×6.
“Ha sido un día muy duro y muy largo, aunque según los expertos que se sientan a mi lado, ha sido una etapa de las chulas”, asegura el debutante Ballbé.
El KH-7 Epsilon Team ha superado con más problemas de lo esperado la exigente primera etapa del Dakar 2022, un bucle de 514 kilómetros (333 contra el reloj) alrededor de Hail que, a las primeras de cambio, ha puesto en serios apuros a muchos de los contendientes de la presente edición. Jordi Juvanteny, Fina Román y Jordi Ballbé también han tenido su cuota de sufrimiento, no solo debido a la complejidad de la navegación, si no también por un pinchazo a poco más de 50 kilómetros de la meta que les ha hecho perder bastante tiempo.
La jornada había empezado bien para la tripleta del KH-7 Epsilon Team, que ha completado la primera mitad de etapa sin apenas contratiempos. Un recorrido bonito, con sectores “trialeros” muy duros, pero que no ha representado mayor problema para el experimentado Jordi Juvanteny. Las cosas han empezado a torcerse en la segunda mitad de la especial, ya de noche, especialmente en la zona más conflictiva, donde infinidad de pilotos se han perdido en busca del way point número 7.
“Nos hemos perdido en el kilómetro 268 y hemos dado bastantes vueltas. Por si fuera poco, mientras estábamos perdidos hemos pinchado una rueda y hemos tardado un buen rato en reparar, aunque finalmente hemos logrado avanzar hasta encontrar de nuevo la pista”, relata Jordi Ballbé, navegante del KH-7 Epsilon Team y debutante en esta edición 2022 del Dakar.
A bordo del MAN 6×6, dotado de un propulsor adaptado por EVARM alimentado por GLP (gas licuado) y por un ecocombustible desarrollado por Repsol, los tres tripulantes del KH-7 Epsilon Team han logrado llegar a meta tras casi 10 horas de carrera. Una jornada maratoniana que los ha dejado exhaustos, cuando el Dakar no ha hecho más que empezar. El propio Ballbé lo resumía así: “Ha sido un día muy duro y muy largo, aunque según los expertos que se sientan a mi lado, ha sido una etapa de las chulas”.
Esta primera especial venía precedida de una prólogo, disputada el sábado, sorprendentemente movida tratándose de un recorrido de apenas 19 kilómetros cronometrados. En él transcurso de la misma, tuvieron tiempo de asistir al andorrano Albert Llovera, que había volcado su camión. Posteriormente remolcaron un Side-by-Side hasta la línea de meta, antes de dirigirse a Hail –en un eterno enlace de 595 kilómetros–.
Jordi Juvanteny disputa nada más y nada menos que su 30º Dakar, aunque esta vez lo hace sin su compañero habitual de fatigas, José Luis Criado, quien dio positivo en el test PCR previo a viajar y causó baja de última hora. Su lugar lo ocupa Fina Román, que no participaba en la prueba más dura del mundo del motor desde el año 2012. A su lado se sienta también Jordi Ballbé, quien no pudo acudir al Dakar 2021 por el mismo motivo que ahora Criado, por un positivo por coronavirus.
Sin dar tregua ni descanso, la carrera continuará mañana con una segunda etapa que constará de 338 kilómetros de especial cronometrada y 453 kilómetros de enlace entre las localidades Hail y Al Qaisumah. Inicialmente, ésta debía ser la primera parte de la etapa maratón, pero la organización ha optado por hacer un cambio de planes debido a que el vivac ha quedado completamente anegado a causa de las fuertes lluvias que han azotado la zona