Un problema en la transmisión y un pinchazo en el tramo final de la especial, unido a las difíciles condiciones del terreno, les hizo llegar al vivac de madrugada
El equipo completó la totalidad del kilometraje del día utilizando la alimentación dual del motor de su MAN con gasóleo e hidrógeno sin ningún problema
José Luis Criado: “Estamos muy cansados tras una etapa durísima, pero contentos con nuestra respuesta a los problemas técnicos y los retos de navegación del día, además de especialmente felices por el comportamiento del camión, cuya mecánica con hidrógeno está rindiendo a la perfección”.
El KH-7 Epsilon Team completó la durísima segunda etapa del Dakar, trazada entre el Sea Camp y Al-Ula, tras doblegar los primeros desafíos técnicos de la semana, que llegaron en forma de una avería en el embrague y un pinchazo. Jordi Juvanteny, José Luis Criado y Jordi Ballbé llegaron al campamento a medianoche tras completar los 590 kilómetros del día utilizando a pleno rendimiento el motor de su MAN, que se alimenta de una combinación de gasóleo convencional e hidrógeno.
La dureza de la segunda etapa del Dakar fue una de las comidillas del vivac entre corredores de todas las categorías por el mal estado de unos caminos muy ondulados y pedregosos. Para el KH-7 Epsilon Team se unía el reto añadido de afrontarlos en las peores condiciones posibles, como corresponde a su orden de salida diario al final de la caravana.
La jornada fue una batalla contra los elementos desde el primer kilómetro, como recuerda el piloto del equipo, Jordi Juvanteny: “Empezamos la etapa con problemas de transmisión, de modo que debimos completar los primeros 100 kilómetros casi sin embrague. Cerca del primer control de paso nos detuvimos a reparar, lo que hizo que debiéramos completar casi todo el kilometraje de noche. Además, hacia el final de la especial sufrimos un pequeño pinchazo en un neumático que pudimos capear echando mano del sistema de hinchado automático del camión”.
A su llegada al vivac tras 14 horas en la cabina, el copiloto, José Luis Criado, se mostraba satisfecho con la prestación del equipo: “Estamos muy cansados tras una etapa realmente durísima, pero contentos por nuestra respuesta ante los problemas técnicos y los difíciles retos de navegación que entrañaba la jornada, además de especialmente felices por el comportamiento del camión, cuyo motor alimentado con hidrógeno sigue rindiendo a la perfección”.
El KH-7 Epsilon Team, que compite en la nueva división Challenge New Energy, utiliza el Dakar a modo de laboratorio de pruebas de un pionero sistema de propulsión que combina gasóleo tradicional con hidrógeno. EVARM, socio tecnológico del equipo y especialista en la materia, sigue recogiendo datos muy valiosos de la experiencia del equipo en la carrera con el objetivo de acelerar el desarrollo de esta tecnología para los camiones de producción.
La etapa de hoy conducirá al KH-7 Epsilon Team desde Al-Ula a Ha’il, con un recorrido de 447 km cronometrados, casi la mitad de los cuales sobre terreno arenoso