El piloto chileno de 15 años, Nicolás Pino, es uno de los pocos deportistas nacionales que continuaba en el extranjero luego de la suspensión de todas las actividades deportivas a nivel mundial debido al coronavirus.
El corredor nacional, radicado en Londres desde el 2019, debía debutar este fin de semana en Donington en la primera fecha de la Fórmula 4 británica, para la cual se había estado preparando durante varios meses junto a su equipo, no obstante, la vertiginosa expansión del virus Covid-19, que mantiene sometido al planeta en una profunda crisis sanitaria, obligó a la cancelación del campeonato hasta junio.
“La decisión volver fue muy difícil para nosotros porque estábamos preparándonos full para poder participar de la primera fecha de la F4 británica, de hecho estuvimos entrenando hasta la semana pasada. Pensábamos quedarnos hasta la primera fecha , pero cada vez las noticias fueron peores en los medios y el viernes pasado declararon una cuarentena preventiva y se determinó la cancelación del inicio de la competencia hasta junio, así que decidimos volver y planificar un régimen de entrenamiento en mi casa, en Chile”, dijo Nico ya en Chile.
No obstante, el piloto Entel pudo evidenciar algo que le le llamó mucho la atención. “Lo que sucedió en Londres fue increíble -relata-, la gente se lo tomó la cuarentena como vacaciones, nadie la respeto. Todo el mundo en las playas, plazas, el metro lleno, restaurantes, juntas. Pero este lunes lunes, al conocerse las cifras de contagiados y muertos, todo el mundo se asustó y ahora están las calles vacías. Me llamó mucho la atención que una ciudad como Londres, con una cultura avanzada en general, en esta ocasión no se tomara en serio lo que estaba pasando”.
Nico tenía reservado con antelación pasaje de retorno a Chile para el domingo 29 de marzo, una vez concluída la primera fecha, pero por la situación mundial con la pandemia, fue cancelada. Intentaron comprar otro pasaje en el sitio web de British Airways, pero la línea área sólo permite esa compra online siendo mayor de 16 años, invitando a realizar la compra por teléfono, trámite que tampoco funcionó.
La siguiente medida fue comprar a través de una agencia virtual. Se logró la compra, la agencia confirmó el pasaje, pero después British Airways la que rechazó el pasaje.
“Tuve que hacer un poquito de trampa al sistema y nuevamente fuimos a la página de la aerolínea, pero al llenar mis datos puse otra edad, como que fuera adulto. De esa manera pude confirmar un nuevo ticket de vuelo para el jueves. De todos modos avisé al consulado por si tenía algún problema en el aeropuerto, ya que corrí el riesgo de que igual no me dejarán subir”, apuntó el piloto.
“El aeropuerto de Londres y estaba vacío. De mi casa al terminal siempre me demoraba 1 hora y ahora solo fueron 25 minutos. Las calles vacías, es fuerte ver esa imagen, como de película. Lo único malo es que habían varios chilenos en el aeropuerto y todos sin mascarilla. Yo me puse la peor ropa que encontré, porque llegando a mi casa en Chile la iba a botar y así lo hice. el avión no quiero estar cerca de nadie y si tengo alguien al lado me voy parado. Llevo alcohol gel para echarme cada cinco minutos”.
El vuelo de regreso tampoco fue lo que esperaba el deportista chileno. “Me imaginaba que la aerolínea dispondría espacios entre cada pasajero, pero no fue así. Estaba lleno, yo tenía a una persona grande que ocupaba parte de mi espacio. Todo el viaje estuve cubierto con mascarilla, gorra y hasta lentes de sol y me organicé para comer en otros horarios y así seguir usando la mascarilla cuando todos se la sacaban. No dormí nada”.
Finalmente, Pino resalta que “en el aeropuerto de Santiago, a diferencia de Londres, es muy poco el control que hacen para quienes llegamos del extranjero. Durante la espera toda la gente estaba aglomerada, no había un protocolo de seguridad estructirado y ordenado para mantener la distancia entre los pasajeros, sólo me tomaron los datos, la temperatura y nada más”.