El KH-7 Epsilon Team deja atrás su etapa maldita

9 januari 2019  

Jordi Juvanteny y sus compañeros José Luis Criado y Xavier Domènech completan la segunda etapa, en la cual se vieron obligados a abandonar el año pasado.

El MAN 6×6 del KH-7 Epsilon Team supera después de muchas vicisitudes una especial “plagada de dunas” y “llena de trampas”.

“La verdad es que podía haber salido mejor, pero estamos contentos de haber acabado y de llegar al campamento

El KH-7 Epsilon Team sigue adelante en el Dakar después de completar la segunda etapa de la prueba más dura del motor entre muchas vicisitudes. La jornada transcurría entre Pisco y San Juan de Marcona, con 553 kilómetros de recorrido total y una especial de 342 kilómetros, “plagada de dunas” y “llena de trampas”, que ha puesto a prueba el pilotaje de Jordi Juvanteny y las dotes de navegación de sus compañeros José Luis Criado y Xavi Domènech.

Se trataba de una jornada marcada en rojo para la tripulación del MAN 6×6 de Producción, puesto que fue en la segunda etapa de la anterior edición del Dakar cuando se vieron obligados a abandonar, enganchados en una olla de dunas. “Esta etapa era muy importante para nosotros, porque tenemos que recordar que el año pasado nos quedamos aquí colgados. Haber podido terminar nos da muchos ánimos, pero ha exigido mucho esfuerzo de todos”, confiesa la Leyenda del Dakar Jordi Juvanteny.

El piloto catalán y sus compañeros han vivido toda una odisea para completar la especial, manejando el popular camión naranja –toda una leyenda del Dakar también por derecho propio- en medio de un mar de dunas que escondían multitud de obstáculos. “Ha sido una etapa muy dura, que nos ha hecho pasar multitud de vicisitudes. La especial estaba plagada de dunas y llena de trampas, con mucha navegación, pero la hemos terminado bien”, valora José Luis Criado, que ha vuelto a alabar la solvencia del pilotaje de Juvanteny y el valioso aporte como navegante del debutante Xavi Domènech.

Entre las vicisitudes que ha tenido que capear el KH-7 Epsilon Team figura la enganchada de su camión de Producción en una duna. Han podido salir gracias a la ayuda del camión del equipo Riwald, al que más adelante han tenido que ayudar a salir tras haber quedado también empanzado en una duna. Una pequeña anécdota que ilustra muy a las claras el espíritu del Dakar, sobre todo en la categoría de los monstruos del desierto. La dificultad del recorrido de arena blanda es tanta para los grandes camiones que la ayuda mutua entre los participantes resulta imprescindible.

Tras esta nueva odisea de “puro” Dakar, el KH-7 Epsilon Team ocupa la 27ª posición de la general y afronta este miércoles la jornada más larga de la primera semana del Dakar, entre San Juan de Marcona y Arequipa, con 798 kilómetros, incluida una especial de 331. La receta, la misma que en las etapas anteriores: arena, dunas, navegación, pilotaje y nuevas dosis de aventura.