El equipo sortea la novena especial del Rally Dakar y llega a la meta apenas 25 minutos después de anochecer.
Jordi Juvanteny, José Luis Criado y Jordi Ballbé salvan el paso por un río donde se han encontrado a otros participantes atrapados, pero a los que no han podido ayudar.
José Luis Criado: “Ha sido un día de transición, quizá a modo de preparación para lo que nos espera esta semana
El KH-7 Epsilon Team ha iniciado la segunda semana del Dakar 2023 con una etapa que el equipo ha calificado como “de transición” entre Riad y Haradh, con 359 kilómetros cronometrados. La formación española ha llegado al campamento apenas 25 minutos entrada la noche y tras solventar un pequeño enganchón en una zona inundada que ha costado mucho tiempo y apuros a buena parte de la caravana de camiones de la prueba.
El Dakar encara su llegada al temido Empty Quarter con una etapa que, para sorpresa del KH-7 Epsilon Team, ha sido menos compleja de lo esperado, como define Jordi Ballbé: “Ha sido una jornada de transición, quizá a modo de preparación para lo que nos espera esta semana. Hemos sorteado las primeras dificultades arenosas del día a ritmo, sin inconvenientes. Los únicos problemas del día a resaltar han llegado cuando hemos alcanzado una zona en la que debió llover con abundancia por la noche…”.
En este punto, el equipo ha lamentado, una vez más, la prescripción reglamentaria que les impide, virtualmente, prestar ayuda a los rivales. Explica la situación José Luis Criado: “Hemos empezado a ver bastante agua y muchos camiones enganchados, lo que nos ha obligado a buscar un paso factible. Sin embargo, no ha sido fácil, y el camión ha empezado a atascarse… Por suerte, hemos reaccionado rápido, Jordi ha deshinchado con agilidad mientras los demás rezábamos a nuestra talismán y salvadora en las situaciones complicadas, la virgen de la Cabeza, y hemos conseguido salir y llegar a una zona dura. Al ver a tanta gente de la organización por la zona, incluyendo al director de la prueba, David Castera, hemos decidido detenernos y bajar del camión para preguntar si, excepcionalmente, podíamos echar una mano. Pero amablemente, y quizá para evitarnos posibles problemas, nos han invitado a seguir… Así que, obedientes, hemos seguido nuestro camino”.
El equipo ha encarado entonces un tercer tramo de etapa más sencillo y sin apuros, como resume Jordi Juvanteny: “Ha sido una parte muy rápida… Supongo que porque quieren que estemos listos mañana para los días que nos esperan. Y hemos llegado al final de la especial apenas 25 minutos después de caer la noche, algo inédito en toda la semana. De hecho, de no habernos detenido a intentar ayudar habríamos llegado a la meta justo antes de ponerse el sol”.
Los componentes del KH-7 Epsilon Team seguirán el protocolo habitual en el campamento, que empieza con el repostaje de hidrógeno de su MAN, y tratarán de descansar para la etapa de mañana, la más corta de todo el rally (114 km cronometrados) pero en la que se esperan abundantes dificultades arenosas. El temido desierto de Rub al-Jali, o Empty Quarter, ya está aquí