Rancagua, domingo 16 de octubre de 2016. El segundo capítulo de la historia del Gran Premio de Rancagua tuvo un final más auspicioso para el equipo AC Delco Kovacs Sport. Luego de batallar desde la parte baja del ranking de ambas categorías, los exponentes de la estructura lograron finalizar el Gran Premio de Rancagua gracias al buen trabajo de asistencia y la fiabilidad de los autos.
Tanto el Chevrolet Cruze 5 como el Opel Adam cruzaron la línea de meta ocupando la séptima posición, en la categoría N3 y R2, respectivamente. Para el piloto a bordo del Chevrolet Cruze fue una fecha compleja, ya que en la jornada sabatina la dupla liderada por Pedro Kauak no pudo competir con comodidad. Ya en la jornada dominical, el binomio a bordo del auto 76 logró un mejor ritmo a pesar del mal tiempo que azotó a la Región de O’Higgins
Por su parte, Eduardo Kovacs se sacudió de la desconfianza provocada por los inconvenientes mecánicos experimentados en el Shakedown y compitió este domingo con la convicción de tener un mejor resultado. El trabajo del binomio chileno-argentino fue mejor en la segunda etapa y permitió que obtuvieran el sexto lugar de la jornada.
En conversación con Eduardo Kovacs, el piloto valoró que a pesar de los contratiempos climatológicos, su auto pudo mantenerse en competencia: “Si bien empezamos dormidos el día sábado, me quedo con el nivel que mostramos en la etapa de domingo. A pesar de lo complicado que estuvo la carrera con la lluvia, nuestro auto pudo sortear todos los primes en disputa y eso habla muy bien del trabajo que hace todo nuestro equipo”.
Finalmente, la estructura cuenta con un panorama favorable de cara a la próxima fecha en Concepción. El trabajo de AC Delco Kovacs Sport será menos complejo, dado que ambos autos de la estructura llegaron a la asistencia en Rancagua sin exhibir grandes daños
Foto: Max Montecinos / RallyMobil
